El gato blanco extranjero en la práctica es el siamés todo blanco y de ojos azules. Son muy parecidos tanto en lo físico como en el carácter por lo que a veces se intercambian, pero hay una diferencia sustancial que los distingue. El Siamés puede tener muchos colores pero tiene las puntas cada vez más oscuras mientras que el Extranjero Blanco y siempre un solo color sin variaciones en ninguna parte del cuerpo. Tiene otra característica que lo hace apreciado; muy a menudo los gatos blancos con ojos azules nacen sordos, mientras que el extranjero no es portador del gen de la sordera.
Se dice que este gato llegó originalmente a Gran Bretaña desde Tailandia, donde fue importado junto con el siamés, que inicialmente eclipsó al extranjero por lo que se criaron pocos. Más recientemente, en la segunda mitad del siglo pasado, algunos criadores estadounidenses decidieron crear un programa de cría de este gato, que ha tenido bastante éxito. Esta raza, sin embargo, sigue siendo muy rara y no hay muchas crías, y es una pena porque este gato, además de ser muy bonito, tiene la característica de apegarse más al dueño que a la casa, al contrario que muchos otros gatos.
Carácter del gato blanco extranjero
Este gato es ideal para personas mayores o para quienes viven solos pero pasan mucho tiempo en casa, ya que el gato extranjero sufre mucho la soledad. Se apega casi morbosamente a su dueño al reconocerlo como el que se ocupa de sus necesidades y le presta atención. Muy cariñoso, es sociable y dulce. Sería ideal para una familia con niños ya que le gusta jugar y es muy paciente.
Con los extraños es bastante reservado y no está dispuesto a dejarse manipular por nadie que no sea su dueño. Es muy inteligente y sabe cómo acercarse a las personas y también a sus compañeros. Tiene una necesidad muy fuerte de recibir afecto e igualmente de darlo y a menudo utiliza su voz para pedir atención. Si algo no le gusta, tiene una amplia gama de vocalizaciones con las que hace saber sus necesidades.
Aparición del gato blanco extranjero
El Foreign White es un gato de tamaño medio con una constitución muy similar a la del siamés. De hecho, su cuerpo es largo, muy musculoso y fino, esbelto y elegante. Tiene un cuello largo, patas largas y delgadas y una cola muy fina y larga.
La cabeza tiene forma de cuña, con mejillas huecas y esquinas redondeadas, y la nariz es larga y fina. Las orejas son muy grandes en comparación con la cabeza y están bien espaciadas, colocadas en diagonal a los lados de la cabeza. Los ojos son muy bellos y expresivos, almendrados, ligeramente oblicuos y de un color azul muy intenso, sin matices.
Por último, el pelaje es su principal característica, blanco cándido sin manchas ni matices. El pelo es corto y sedoso, con un subpelo casi inexistente.
Cuidados y salud del gato blanco extranjero
Básicamente, el Gato Blanco Extranjero goza de una excelente salud y no está predispuesto a las enfermedades genéticas. Su esperanza de vida oscila entre los 16 y los 19 años. Por el contrario, está sujeto a la alopecia psicógena, y esta predisposición se manifiesta tanto a nivel alérgico como por el estrés. La alopecia es la pérdida de pelo que se debe principalmente a que el gato se lame compulsivamente en partes específicas del cuerpo y por lo tanto partes del cuerpo tendrán poco o ningún pelo. Especialmente para esta raza la soledad es un fuerte motivo de estrés, y a menudo es la causa de este malestar. Pero el estrés no es la única razón para la aparición de esta patología, sino que puede ser causada por enfermedades de la piel o por la carencia de vitaminas.
En cuanto a la dieta, no hay recomendaciones particulares. Una dieta equilibrada y cuidada, variando entre comida seca y húmeda y eligiendo productos que permitan que los huesos y músculos del felino se desarrollen y se mantengan sanos.
En cuanto al cuidado de su pelaje, no necesita mucha atención, también porque es un gato que tiene muy en cuenta su higiene personal. Sólo hay que cepillarlo una vez a la semana para mantener su pelaje suave y brillante.