La historia del gato birmano, la conocida, comienza en 1930, pero en la leyenda se cree que este gato es mucho más antiguo, incluso alguien lo data alrededor del año 1300. Cuenta la leyenda que el gato birmano era el gato sagrado de los monjes birmanos, aquí velaba por la vida de los monjes e incluso tenía la capacidad de dialogar con los dioses.
El gato birmano, tal y como lo conocemos hoy, nació porque un psiquiatra de la Marina, en las calles de la ciudad de Rangún, la capital de Birmania, conoció a un gato tonquinés muy bonito, de expresión dulce y con un extraño pelaje marrón, al que llamó Wong Mau. Al volver a San Francisco quiso llevársela con él, convencido de que era una siamesa, aunque un poco equivocada. La hizo aparear con un siamés y de ahí nacieron 4 gatitos, dos siameses y dos tonkinés y a partir de aquí comenzó la verdadera cría de esta raza que se llamó birmana, que fue reconocida después de 6 años y muchos más emparejamientos con siameses y tonkinés, hasta llegar al estándar actual.
Este gato se divide en dos ramas: el birmano americano, mayoritariamente de color marrón oscuro, y el birmano europeo, que puede tener varios colores, como el rojo, el marrón y el azul. No es un gato muy conocido por el público en general.
Carácter del gato birmano
El gato birmano es un gato muy tranquilo y equilibrado. Se adapta bien a las personas a medida que aprende lo que se le permite y lo que no se le permite hacer. Es un poco tímido y siempre busca atención y elogios. No se impone sino que respeta los tiempos de las personas de la familia, es curioso y juguetón. Le gusta tanto la comodidad de un hogar como los espacios abiertos donde puede vagar en perfecta soledad, le gusta trepar a los árboles y cazar pequeñas presas. Por lo tanto, es ágil y un gran saltador; de hecho, en casa, le gusta entretener a su familia con saltos cada vez más altos y, a veces, peligrosos, deteniéndose sólo para asegurarse de que su público lo está viendo. De hecho, le gusta ser el centro de atención.
Es muy adecuado para los niños, ya que le gusta jugar y lo hace igualmente tanto si tiene unos meses como muchos años. Él elige el momento de los mimos, pero una sesión diaria es imprescindible para un birmano.
A cualquier edad, les encanta observar su entorno y, a menudo, su lugar favorito se convierte en una ventana desde la que pueden observar el mundo. Estos animales se llevan muy bien con los de su especie, pero no siempre con los gatos de otras razas. Con los extraños son más curiosos que recelosos. Es un gato que rara vez maúlla.
Aspecto del gato birmano
El birmano es un gato de tamaño medio pero muy robusto y potente. El gato macho puede llegar a pesar alrededor de 6 kilogramos y la hembra unos 4. Su estructura corporal lo convierte en un gato fuerte y pesado, de hecho cuando se le levanta pesa más de lo que uno podría pensar al verlo.
El cuerpo es ancho y poderoso, tiene una estructura ósea fuerte y una musculatura bien desarrollada. Las patas están bien proporcionadas al cuerpo, las puntas de las patas son redondas.
La cabeza es redonda sin puntos planos, la cara está llena manteniendo los contornos redondos de la cabeza. Las orejas son medianas, bien espaciadas y con la punta ligeramente redondeada. Los ojos son redondos, muy separados y grandes. El color de los ojos puede ser dorado, amarillo, verde, pero en cualquier caso en conformidad con el color del pelaje. La cola es bastante larga y recta.
El pelo es corto, fino, brillante y se extiende muy cerca del cuerpo. El color original del pelo del birmano es el sable, donde el manto es marrón, marrón cálido o avellana oscuro; el color básico es uno pero de zona a zona varía en intensidad, la parte inferior del cuerpo tiende a ser más pálida que la espalda y las patas. Los colores, sin embargo, son muchos, yendo del negro, al rojo, al crema y al tortie.
Salud y cuidados del gato birmano
Suele ser un gato sano y robusto que sólo teme los cambios bruscos de temperatura, por lo que en invierno es mejor mantenerlo en el interior. En cuanto a su salud, tiene una esperanza de vida de unos 14 años, pero puede desarrollar las patologías de cualquier otro gato, pero para esta raza en concreto es conveniente que el criador tenga una profunda experiencia con este tipo de gatos.
Es un gato con un apetito bastante voraz, por lo que es bueno que se controle la dieta, sobre todo en la vejez.
En cuanto al mantenimiento del pelo, no pierde mucho, y para mantenerlo en su sitio basta con un cepillado una vez a la semana, luego es un gato que se mantiene muy bien limpio.