En enero están los días llamados «los 3 días delmirlo» que por definición son los días más fríos del año. Hay muchas historias y leyendas relacionadas con estos días, historias muy bonitas para leer a los niños. Los días del mirlo son para algunos los tres últimos de enero para otros los dos últimos y el primero de febrero y es importante saber que los mirlos hace tanto tiempo eran todos blancos.
La primera historia trata sobre una familia de mirlos, padre, madre y 3 niños pequeños, que habían hecho el nido bajo la cuneta de un edificio en Milán. Pero ese año hacía tanto frío que papá y mamá mirlo no pudieron encontrar nada para comer, la nieve lo cubrió todo. Así que papá mirlo decidió ir a buscar algo para comer donde la nieve aún no había llegado. Antes de irse, sin embargo, movió el nido por una chimenea para que sus crías no sufrieran el frío. Cuando regresó, después de tres días, el 1 de febrero, luchó por reconocer a sus crías porque de pie junto a la chimenea, que por el frío amargo nunca se había extinguido, el soot había coloreado sus plumas blancas de color negro. Pero ni siquiera papá miral óseo permaneció blanco porque esa noche durmió abrazado a mamá negra y sus pequeños y sus plumas también se volvieron negros y así permanecieron para siempre y desde entonces los mirlos nacen con plumas negras.
Otra historia cuenta de un mirlo que había sido revuelto regularmente desde enero, esperando a que saliera del nido para comer para desatar ventiscas y frío. Un año cansado de todo esto la almena al final del año tomó comida que era suficiente para ella durante todo el mes y se encerró en su nido. El último día del mes, la almena salió del nido, convencida de que había engañado al mal enero y comenzó a cantar. Un enero enojado fue a pedir tres días de febrero en préstamo, y desató toda su ira con frío, viento y ventiscas. El mirlo se refugió junto a una chimenea para no morir de frío, pero el soot ennegreció todas sus hermosas plumas blancas y así permaneció para ella para siempre.
Sin embargo, hay quienes también han dado definiciones de guerra para estos tres días. El escritor Sebastiano Pauli en su libro «Ways of Saying Tuscans Wanted in Their Origin» cuenta que durante la guerra casi a finales de enero, un gran cañón llamado Merla tuvo que ser trasladada al otro lado del río y en los últimos 3 días de enero hacía tanto frío que el río se congeló y pudieron llevar el cañón al otro lado.
En el calendario romano el mes de enero tenía sólo 28 días y la leyenda dice que Julio César había encargado a un astrónomo y sacerdote de Júpiter, llamado Cornelio Merula, para reformar el calendario. Tomó tres días de febrero y los trasladó a enero. Su nombre a tiempo de Merula pasó a Merla.
Otra leyenda habla de un niño y una niña que cruzaron el río Pó para ir a una fiesta, que era un helado. Pero el hielo se rompió y los dos cayeron al agua. Sólo un corazado vio lo que había sucedido y voló tres días entre la gente cantando pidiendo ayuda. Al tercer día se derritió el hielo y se encontraron los cuerpos de los dos niños, alrededor de los cuales florecieron las flores.
Otra historia es sobre un sirviente de Herodes que había capturado un nido con la madre de los pájaros negros y sus tres pequeños para comerlos. Pero papá negro robó una pajita de la cuna del Niño Jesús y la dejó caer en el nido. Su joven por milagro aprendió a volar y fueron capaces de escapar de su cautiverio. Y en otro, un soldado de Herodes puso un poco de carne en la taza de leche del niño Jesús. Un luchador lo vio y bebió toda la leche envenenada y durante tres días permaneció entre la vida y la muerte. Al tercer día Jesús trajo de vuelta el sol que aceleró la curación de la almena.
Según la leyenda, si los días de las almenas son cálidos o llueve la primavera llegará tarde, si nide y es primavera fría será hermosa.
Pero todas estas leyendas nos enseñan que después de un período difícil viene siempre otro feliz, y que en la vida tienes que ser paciente.