Los orígenes de la raza de perro Bedlington terrier son muy controvertidos. Toma su nombre de un pueblo, Bedlington, una pequeña ciudad cerca de Rothbury en Nothumberland, donde se informó de la existencia de perros similares alrededor de 1820. En esta ciudad minera se utilizaban sobre todo como cazadores de pequeños animales, como liebres y zorros, y también para cazar ratones en las minas y otras alimañas, para la lucha y también para las carreras. Con el tiempo, las características de la raza cambiaron lentamente, convirtiéndose en un perro más largo con patas más largas. En 1900, cuando su estética se hizo más elegante, el Bedlington terrier encontró el favor de la nobleza.
En cuanto a sus orígenes, una escuela de pensamiento afirma que fue importada de Holanda por un grupo de tejedores en el siglo XVIII. Entre sus antepasados se encuentran el «dandie dinmont», un perro criado por el duque de Antrim, el otterhound y el whippet, y el resultado fue un perro de tipo terrier con un cuerpo esbelto y la clásica espalda arqueada del galgo. Ciertamente, allí donde se seleccionaron los primeros ejemplares, la raza se desarrolló en el norte de Inglaterra, lindando con Escocia.
Es un perro de aspecto muy inusual, ya que se parece a una oveja a primera vista.
Carácter de la raza de perro Bedlington terrier
El Bedlington terrier es un perro muy cariñoso, vivaz y alegre. Es muy apegado a su dueño, tanto que tiene que defenderlo de todo y de todos, pero también es cariñoso con los demás miembros de la familia. Con los niños, especialmente con los no muy pequeños, es un compañero de juegos incansable, nunca agresivo ni impulsivo, con una expresión y un trato dulce y amable.
Sufre mucho con la soledad, por lo que no es apto para personas que estén todo el día en el exterior, al igual que no es apto para quienes están en su primera experiencia con perros ya que su adiestramiento requiere un mínimo de experiencia, porque es un poco testarudo. Debe ser socializado y entrenado lo antes posible. Al ser un terrier, no se lleva bien con otros perros a menos que se socialice en una etapa temprana. Su origen como cazador siempre permanece y esto hace que a veces se le considere un poco bruto y no renuncie al menos a una larga salida diaria para correr y retozar, lo cual necesita mucho. Se dice que «es tan rápido que puede seguir el ritmo de un caballo a velocidad normal».
Con los extraños es bastante receloso, pero nunca da señales de sumisión; es rápido y decidido en sus intenciones. Es un excelente perro guardián, se adapta bien a la vida en un piso, pero también le gusta estar al aire libre.
Aspecto de la raza de perro Bedlington terrier
El Bedlington terrier es un perro de tamaño pequeño-medio, su altura a la cruz es de unos 40 centímetros y su peso oscila entre los 8 y los 10 kilogramos. La hembra suele ser un poco más pequeña. Es un perro elegante, ágil y musculoso y a primera vista se parece mucho a un cordero. Su clasificación morfológica muy particular se denomina: lobo-gris.
Su tórax es profundo y medianamente ancho y su grupa es fuertemente arqueada. Tiene un cuello largo y afilado, que surge de un par de hombros planos. El cuerpo es musculoso, ligeramente más largo que alto, las patas son delgadas y musculosas, y las traseras son más largas que las delanteras. La cola es de implantación baja y de longitud media, llevada baja y suave, pero nunca elevada por encima de la grupa. En general, este perro expresa tonicidad y gran velocidad en sus movimientos.
El cráneo, muy estrecho y redondeado, está cubierto de un curioso mechón sedoso y abundante de color casi blanco. La cabeza en su conjunto tiene forma de pera o de cuña. La trufa tiene fosas nasales anchas y bien definidas. Los ejemplares de color azul y azulado deben tener una trufa negra, mientras que los de color hígado y arena deben tener una marrón. Las orejas, cubiertas de pelo y que caen planas sobre las mejillas, tienen una línea de pelo baja, los ojos son pequeños, triangulares y brillantes. El color cambia según el color del pelaje.
El pelaje del Bedlington terrier es muy característico. Es muy suave y grueso, se mantiene erguido y es suave al tacto, tiene tendencia a rizarse especialmente en la cabeza y la zona facial. Los colores permitidos por el estándar de la raza son azul, azul y fuego, hígado y arena.
Salud y cuidados de la raza de perro Bedlington terrier
En general, el Bedlington terrier es un perro que se caracteriza por un estado de buena salud y no sufre ningún problema particular. Son propensos a ciertas enfermedades, como las hepáticas, que son la principal causa de muerte entre los ejemplares de esta raza, y también a problemas relacionados con los ojos, con el desarrollo de enfermedades como las cataratas o la displasia de retina. Tiene una esperanza de vida bastante larga, con una media de 14-16 años.
El ejercicio, diario e intenso en algunos casos, es esencial para mantener a este perro en excelente estado de salud y evitar la acumulación de estrés. Tiene una excelente resistencia tanto al calor como al frío, pero no extrema y no por mucho tiempo. Es aconsejable cubrirlo en los días más fríos del año.
El Bedlington terrier tiene un pelo que crece continuamente y, por lo tanto, es necesario acortarlo cada seis u ocho semanas para mantener el aspecto clásico del perro. Debe considerarse entre los perros que no tienen pérdida de pelo si se mantiene bien cepillado y afeitado cuando sea necesario.
En cuanto a la alimentación, no hay problemas particulares; una dieta equilibrada y mucho ejercicio es lo único que hay que hacer, no es propenso a ganar mucho peso y se maneja muy bien.
