El origen de la raza canina Labrador Retriever, al igual que el de los Terranova y los Landseer, está en la costa este canadiense. Se dice que esta raza desciende del llamado perro de aguas de San Juan, que era un perro negro de pelaje espeso y Co de castro laboreiro. De hecho, los pescadores ingleses de la isla de Terranova del siglo XVII empezaron a criar la raza Labrador Retriever, que desembarcó en Inglaterra a principios del siglo XIX. Estos perros ayudaban a cazar y recuperar peces en las redes de pesca a la deriva. Pero también para enviar mensajes de un barco a otro, dada la propensión de esta raza a permanecer en el agua, incluso a temperaturas bajo cero.
Los primeros intentos de cría selectiva tuvieron lugar en Inglaterra y Escocia en la segunda mitad del siglo XIX, cuando los pescadores británicos empezaron a llevarse a casa estos perros inteligentes y vivaces. Gracias a los esfuerzos de estos ingleses, incluidos los del segundo conde de Malmesbury, esta raza se hizo muy popular entre la nobleza cazadora inglesa. De hecho, durante mucho tiempo, la selección buscó implementar el rendimiento cinegético de los ejemplares de cría.
En cuanto al nombre Labrador, existen varias teorías. Una es que el nombre procede de la palabra española para trabajador – labrador -, que sin duda es una descripción acertada, o que la raza está relacionada con los perros que acompañaban a los pescadores portugueses que más tarde se cruzaron con los vecinos labradores y terranovas. Otra hace referencia a la península canadiense del Labrador, de donde es originario.
Hoy en día, esta raza es una de las más populares y extendidas del mundo y hay muchos criadores tanto en Europa como en Estados Unidos. También se utiliza mucho para el servicio de protección civil por su capacidad de búsqueda de personas desaparecidas. También se utiliza como perro policía para buscar drogas. Por su carácter dócil y siempre servicial, es un perro muy adecuado para la terapia con mascotas.
Durante mucho tiempo, sólo el labrador negro se consideraba de raza pura; los demás colores se consideraban cruces. Más tarde se decidió incluir en el estándar las otras dos versiones, la de pelaje marrón o chocolate y la de pelaje amarillo o miel/crema.
Carácter de la raza de perro Labrador Retriever
El Labrador Retriever es un perro dócil, juguetón y equilibrado, muy inteligente y amistoso. Se encariña mucho con su familia y especialmente con los niños. Siempre quiere estar presente en todas las situaciones y por eso sufre si se le deja solo durante mucho tiempo. Es el perro de compañía por excelencia, el compañero ideal para todos los miembros de la familia. Es un perro muy dócil, pero que sabe hacerse respetar, y sabe proteger su territorio y a las personas que quiere.
No es, sin embargo, un perro guardián, ya que es muy amistoso con todo el mundo. Su carácter reflexivo también le lleva a sopesar cada elección después de analizarla detenidamente. No le gustan las peleas con otros perros y nunca se muestra agresivo, salvo en casos de peligro real. También se lleva bien con otro tipo de animales de la casa.
Se adapta a vivir en cualquier sitio, incluso en un piso, siempre que tenga su propio espacio y se le proporcione suficiente ejercicio. Es bastante fácil de adiestrar, porque su mayor deseo es complacer a su dueño; sin embargo, hay que socializarlo desde pequeño para evitar comportamientos introvertidos. Sobre todo, conviene enseñarle muy pronto a caminar con la correa sin tirar, ya que es un perro muy fuerte y puede ser difícil retenerlo cuando crezca.
El único inconveniente es que si se educa a estos perros para que se aburran, pueden convertirse en grandes destructores. Siempre tienen que hacer algo y además tienen la mala costumbre de comerse todo lo que les parece comestible, lo que supone un grave riesgo para la salud. Por lo tanto, hay que intentar buscarle una ocupación a menudo y también proporcionarle muchos juguetes con los que pasar el tiempo entre paseo y paseo.
Es famoso por su pasión por el agua; es capaz de bañarse en cuanto encuentra un charco, incluso en invierno. Le encanta jugar a lanzar y traer. De cachorro es muy impetuoso y nunca se queda quieto; para alcanzar la madurez necesita al menos un par de años, pero después, si está bien socializado y adiestrado, se vuelve mucho más atento y reflexivo.
Apariencia de la raza de perro Labrador Retriever
Los Labradores Retriever son perros de tamaño mediano y muy musculosos. La altura a la cruz de un macho oscila entre 57 y 60 centímetros y su peso entre 30 y 42 kilogramos. Las hembras suelen ser más bajas y pesar un máximo de 34 kilogramos.
Su constitución física es compacta, maciza, con un cuello poderoso y un pecho ancho. Las extremidades son rectas y musculosas, con buenos lomos. La cola es característica; se lleva alta y está siempre en perpetuo movimiento. Es muy gruesa en la raíz y se afina en la parte superior, completamente cubierta por el espeso pelaje que le da el aspecto de «cola de nutria». En el agua, el Labrador la utiliza como un timón.
El hocico es poderoso, pero no puntiagudo, y termina en una amplia trufa con fosas nasales bien desarrolladas. Las orejas están colocadas bastante atrás y caen sobre la cabeza. Los ojos son redondos con una expresión suave, variando del ámbar al marrón oscuro.
El pelaje es suave y compacto, con pelo corto y una capa interna densa muy resistente al agua y a la intemperie; de hecho, el Labrador es uno de los nadadores más fuertes y vigorosos de su especie. El Labrador es siempre unicolor. Existen tres colores básicos: negro, amarillo y marrón. Aparte del negro, los otros dos colores tienen diferentes gradaciones; el amarillo, del crema claro al rojizo zorruno. El marrón, del hígado al chocolate. A veces se puede encontrar una pequeña mancha blanca en el pecho.
Salud y cuidados del Labrador Retriever
El Labrador Retriever es un perro básicamente robusto, pero existen algunas enfermedades hereditarias recurrentes que, sin embargo, pueden evitarse mediante una selección escrupulosa y cuidadosa por parte de los criadores. Se trata principalmente de la displasia de cadera, la displasia de codo y la osteocondrosis. También existen algunas enfermedades oculares hereditarias, como la atrofia progresiva de retina y las cataratas.
Su esperanza de vida media es de 12-15 años.
Su alimentación debe cuidarse especialmente, ya que uno de los defectos del Labrador es su glotonería. Siempre tiene hambre y tiende a engordar. Con el paso de los años, tiende a sufrir obesidad y, por tanto, es más propenso a padecer enfermedades cardíacas o problemas articulares.
En cuanto al cuidado de su pelaje, basta con cepillarlo una vez a la semana. Sufre con el calor, por lo que es bueno mantenerlo abrigado durante las horas más calurosas del día, mientras que el frío no le molesta en absoluto, dada la excelente resistencia e impermeabilidad de su pelaje.