El origen de la raza de perro lobo checoslovaco es bastante reciente. Esta raza nació alrededor de 1955 en lo que entonces era Checoslovaquia, donde se intentó hacer una raza de perro con la apariencia de un lobo pero el carácter de un perro doméstico. Para ello, se cruzaron pastores alemanes con lobos de los Cárpatos. Los primeros experimentos no fueron muy convincentes, ya que los animales eran demasiado tímidos o demasiado agresivos. Las crías tenían que ser criadas para diluir la sangre de lobo. Los sujetos obtenidos se cruzaron con pastores alemanes y la sangre de lobo se redujo de nuevo al 25%.
Pero los resultados fueron muy buenos, se obtuvo una raza que es capaz de recorrer hasta un 50% más de distancia que los pastores alemanes sin descansar, sin que las almohadillas de sus patas se desgasten de forma irregular como ocurre normalmente con los perros. Tiene un mejor sentido de la orientación, una visión más penetrante incluso de noche, un mejor sentido del olfato y del oído. El abrigo también es más útil, ya que es más aislante.
Desde 1989, los pastores alemanes ya no se utilizan para la cría, ya que ésta se compone enteramente de la raza, que también está reconocida por la FCI desde 1999.
Debido a su físico y a su excelente disciplina, esta raza se ha incorporado al Cuerpo de Protección Civil, realizando a menudo rescates extremos en montaña y diversas actividades de salvamento.
Un dato curioso es que el perro lobo checoslovaco se utilizó para interpretar el papel del lobo en la famosa película «Bailando con lobos», protagonizada por el actor Kevin Costenr. Este lobo recibió el apodo de calcetines blancos porque sus patas blancas destacaban sobre su pelaje gris, pareciendo calcetines.
Hoy en día, este perro se elige a menudo por su belleza y su carácter distintivo, pero debe ser elegido por una persona que tenga experiencia con los perros, especialmente con esta raza, y hablaré de ello con más detalle en el carácter del lobo checoslovaco.
Carácter de la raza de perro lobo checoslovaco
El perro lobo checoslovaco es un perro muy activo, vivaz, resistente e inteligente que aprende con facilidad y reacciona muy rápidamente. Tiene un vínculo muy fuerte con su dueño basado en el respeto, el afecto y una gran lealtad, pero necesita ver a su dueño como su líder de la manada. Y éste debe ser un buen líder, debe tener mucha paciencia y debe saber imponerse con la autoridad adecuada, el perro necesita sentir que su amo es el líder de la manada.
La relación con los niños en general es buena, los ve como los cachorros de la manada y por lo tanto hay que defenderlos, aunque nunca hay que dejar a los niños pequeños solos con perros de este tamaño. Especialmente las hembras están muy apegadas al hogar y al concepto de familia, son muy leales y tienen un particular sentido de protección hacia sus cachorros.
Con los extraños, sin embargo, son muy cautelosos, necesitando una socialización muy temprana para desactivar los encuentros con otros perros, pero normalmente con esta raza las relaciones con extraños a la familia y con perros y gatos serán un poco difíciles de manejar. Los machos son especialmente dominantes sobre los demás perros, pero a diferencia de otras razas, pueden convivir fácilmente machos y hembras de diferentes edades.
Es un perro vivaz y muy activo, necesita mucho movimiento y sufre al estar solo, de hecho, como en la jerarquía de la manada, quiere formar parte del núcleo familiar que ve como una manada; si se le excluye sufre mucho y en consecuencia puede crear problemas al intentar por todos los medios entrar en ella.
Como ya se ha dicho, no es un perro fácil de manejar, por lo que nunca se recomienda como primer perro, sino que es adecuado para los expertos. Si no se entrena de forma óptima, este perro se vuelve ingobernable y por ello, desgraciadamente, visto también que actualmente es un perro de moda, y mucha gente lo compra por este motivo, no es difícil que algunos ejemplares sean luego llevados a las perreras o relegados a una caja en el jardín.
Aspecto del perro lobo checoslovaco
La raza de perro lobo checoslovaco es una raza muy atractiva y de moda. Su aspecto es magnífico y salvaje. En cuanto a la forma del cuerpo, el movimiento y el pelaje, es muy similar al lobo. En tamaño es más grande que la media, y estamos ante una raza más ágil y elegante que el clásico perro pastor, con formas y proporciones equilibradas y armoniosas.
Las medidas de un macho a la cruz son de unos 65 centímetros para un peso de unos 25-26 kilogramos, la hembra suele ser un poco menos. Tiene una estructura rectangular, fuerte pero grácil, con una constitución sólida. Las extremidades son largas, sólidas, paralelas y rectas, con los pies ligeramente girados hacia fuera. La cola está sujeta en alto, colgando en posición de reposo. Tiene un trote armonioso, alargado y ligero, en el que las extremidades tocan el suelo lo más cerca posible.
La cabeza vista desde arriba forma una cuña roma, el hocico es romo casi afilado con rasgos somáticos más bien secos. Los ojos son pequeños y oblicuos, de color ámbar, pero con un aire decidido. Las orejas son pequeñas, finas y triangulares. La trufa es pronunciada y de color negro.
El pelaje es fuerte, liso, pero también suave, grueso y resistente, con un subpelo abundante sobre todo en la época de invierno. De hecho, hay una gran diferencia entre el abrigo de invierno y el de verano. El color del pelaje varía entre el gris amarillento y el gris plateado, con la típica máscara clara en el hocico. El pelaje también es ligero en la parte inferior del cuello y el pecho.
Cuidados y salud del perro lobo checoslovaco
El perro lobo checoslovaco suele ser sano y resistente, y en general más que otras razas. Sin embargo, puede padecer displasia de cadera y mielopatía degenerativa, pero no son muy frecuentes. Tiene una esperanza de vida de unos 15 años de media.
Su pelaje hidrófugo es capaz de soportar la lluvia, la nieve y la intemperie, protegiendo al perro del frío e incluso del calor, aunque no le gusta demasiado el sol y tiende a calentarse con facilidad, llegando a sufrir insolaciones en veranos especialmente calurosos.
En cuanto al cuidado del pelaje, este es muy sencillo, un buen cepillado una vez a la semana y algunos más durante el periodo de muda es suficiente para tener un perro limpio y sin olores, de hecho esta raza, como muchas razas primitivas, no apesta.
En cuanto a la alimentación, una dieta bien equilibrada, especialmente durante la fase de crecimiento, es suficiente para obtener un buen perro adulto.