Lightroom es un gran programa para mantener tus fotografías en orden y editarlas dentro de ciertos límites. El problema es que no contempla la gestión de todos los tipos de configuración posibles. Por ello, hay que actuar sobre la configuración para evitar que se generen excepciones que, en el mejor de los casos, nos sugieran enlaces a la documentación oficial.
Si no te apetece gastar un tercio de tu vida en leer toda la documentación oficial con el riesgo de que no se solucione tu problema, te sugiero una modificación que hice para mi portátil y que me ayudó a evitar caídas cuando intentaba abrir una imagen.
Lo primero que hay que hacer es abrir Lightroom y elegir «preferencias» en el menú «editar», o bien elegir la combinación de teclas CTRL seguida de coma. Esto abrirá una ventana en la que tienes que seleccionar la sección «rendimiento», desactivar completamente el procesador gráfico y aplicar los cambios.
Normalmente Adobe ofrece en sus enlaces diferentes tipos de soluciones respecto al uso de directX, te hacen actualizar el driver de tu tarjeta de video y mucho más. Según mi experiencia, nada de esto funciona. Espero que esta breve guía haya sido útil, un cordial saludo y hasta la próxima.