La raza de gato raqueta de nieve nació, como muchas otras razas de gatos, de forma accidental. Todavía es una raza muy joven, ya que fue desarrollada en los años sesenta por Dorothy Hinds-Daugherty, una criadora de gatos siameses de Filadelfia. Sus orígenes son por tanto americanos y en Estados Unidos es un gato bastante conocido y apreciado, mientras que en el resto del mundo es casi completamente desconocido.
Este criador encontró en una camada de siameses un gatito con las características de color del Snowshoe, que en inglés significa raqueta de nieve, ya que la característica principal de esta raza son las patas completamente blancas, mientras que el pelaje puede ser de varios colores. A partir de ahí comenzó una selección que la llevó a crear esta nueva raza, a la que llamó Snowshoe.
Es muy parecido al siamés, aunque su carácter es completamente diferente, es mucho más manso y dócil. Por desgracia, los ejemplares de esta raza son bastante raros porque el gen responsable de las patas blancas es recesivo y, por tanto, no nacen muchos gatitos con esta característica.
Carácter del gato con raquetas de nieve
En comparación con su primo siamés, los gatos de raqueta son mucho menos exigentes y dominantes, son muy educados y casi piden permiso a su humano para hacer cualquier cosa. Al igual que los siameses son muy cariñosos, pero son un poco menos sofocantes y demandan mucha menos atención, y maúllan mucho menos, siendo más bienvenidos en la familia.
Buscan el contacto con la gente y les encanta ser el centro de atención sin ser para nada intrusivos. Son vivaces y juguetones incluso en edades avanzadas, por lo que son aptos para los niños, sólo hay que dejarlos hacer cuando decidan que es el momento de estar solos y buscar un rincón tranquilo para un sueño saludable.
Aunque a veces les encanta estar solos, son gatos que no deben dejarse solos durante mucho tiempo, ya que sufren de soledad; si estás a menudo fuera de casa es una buena idea adoptar dos gatitos, quizás de la misma camada, para que les hagan compañía. Sin embargo, se llevan bien, incluso con los perros.
Con los extraños son bastante curiosos, por lo que las novedades en la casa son siempre bienvenidas, aunque en algunos ejemplares se necesitará un cierto periodo de adaptación que depende mucho del carácter del individuo.
Son muy buenos cazadores, por lo que si tienen la posibilidad de estar un poco al aire libre, estarán bien contentos de perseguir y cazar presas, también son muy buenos saltadores y se suben de buena gana a los árboles. Lo único que hay que tener en cuenta es que su curiosidad puede llevarles a intentar salir al exterior, por lo que sería bueno mantenerlos fuera sólo si están en un jardín seguro.
Aparición del Gato de Raquetas de Nieve
El gato raqueta de nieve es un gato de tamaño medio, el macho puede llegar a pesar alrededor de 5,5 kilogramos, la hembra un poco menos. El cuerpo es musculoso y más largo que alto y bastante macizo. Es bien esbelto en las patas y tiene de sus primos siameses la elegancia de la marcha.
La cabeza es redondeada y ligeramente en forma de cuña, pero no es afilada, al contrario, sus líneas son suaves, el mentón está bien proporcionado, las orejas son anchas en la base y con las puntas redondeadas, mientras que los ojos almendrados son de un color azul intenso, muy expresivos. En el hocico tiene la típica máscara blanca en forma de V invertida.
El color del pelo es el de sus ancestros siameses, los colores más apreciados son el foca y el azul, pero se pueden encontrar también en chocolate, lila, y con el patrón del manto que puede ser colourpoint o bicolor. El pelo es corto, suave y sin subpelo. Los pies deben ser siempre blancos, su característica peculiar, y blanca es también la pieza del hocico en forma de «V» que se prolonga en la garganta y el pecho.
Salud y cuidados del gato de raqueta
Este gato tiene una esperanza de vida media, que oscila entre los 12 y los 15 años, pero ha habido ejemplares aún más longevos. En general, sin embargo, los ejemplares de esta raza parecen gozar de buena salud, pero aún así se recomienda que se sometan a una visita anual al veterinario porque algunos de estos gatos pueden padecer enfermedades comunes de los gatos domésticos.
Su dieta debe ser equilibrada y controlada, ya que tiende a comer más de lo que necesita, con los peligros asociados a la obesidad en la vejez.
En cuanto al cuidado del pelaje, es bastante sencillo, no pierde mucho pelo incluso durante el periodo de muda y un cepillado una vez a la semana es suficiente para mantenerlo brillante y limpio.